Intimidaciones
14.6.15
Damocles, harto de que su espada pendiera sobre la cabeza de todo el mundo, se la regaló a un maestro tornero para que hiciera alfileres. Así el peligro sería más liviano y llevadero.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos, Damocles
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2 apostillas:
Hombre, pues no, con astillas hacen maravillas los torturadores chinos...
Creeis que tengo voz, pero no la tengo, principalmente porque nadie me escucha, si asi fuera, no tendria que ir a un psiquiatra ni tomar medicacion
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