Postración

22.1.11



«La fatiga del mundo es mi fatiga. No morimos de viejos sino agotados.» Quien así habla es el poeta griego Licofrón de Calcis, pronosticador de las desgracias troyanas y bibliotecario de la Biblioteca de Alejandría.



2 apostillas:

Anónimo dijo...

Como prolífico autor de tragedias, tal vez este hombre vio un mundo sin conciencia y vio lo negativo de ello, por eso debemos ser positivos.

Juan Poz dijo...

No le falta razón.Alguna vez se me ha ocurrido imaginar la muerte como un largo sueño -que ahora me es tan esquivo- y me ha consolado lo suyo; se me ha aparecido como la mejor y más merecida recompensa del insomne.