Ferias librescas

5.6.05


Es miserable y truculento enmascarar los intereses de las editoriales con campañas de fomento a la lectura. Por favor que no nos engañen más: si no vendieran libros no estarían preocupados en que nadie leyera. Que los libros sean patrimonio de la humanidad y los escritores se ganen la vida en el curro como todo el mundo. Ya está bien del proteccionismo cultural burgués mantenido durante siglos. Con los libros debe pasar como con la música donde Internet va a acabar con los intermediarios (¿para qué las malditas discográficas llenas de ejecutivos con grandes sueldos y los músicos renqueantes de las sociedad de autores? –se sugiere echar un vistazo a la lista de cadáveres, como por ejemplo: Miguel Ríos. Un, dos, tres, responda otra vez-).

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