La llamada maternal

16.6.05



A Rosi

En la isla Socorro hay una variedad de pájaros cuyas hembras, con su insistente piar, reclaman a sus polluelos para que no se extravíen. En Andalucía –cito ese lugar porque es donde lo he vivido- y quizás también en otros lugares, las madres suelen llamar a sus hijos con una voz aguda y clara, cuyo tono es identificado rápidamente por su vástago. Es una seña de identidad que enlaza con lo ancestral del ser humano, un fenómeno que ahora queda circunscrito a los pueblos o las barriadas porque el ruido de fondo de la ciudad tapa todos los sonidos que eran identificatorios. Una práctica que me evocan aquellos versos de César Vallejo:


Y nos levantaremos cuando se nos dé
la gana, aunque mamá toda claror
nos despierte con cantora
y linda cólera materna.

La cantinela de la madre es la llamada de la especie, pero también puede que sea un vestigio del canto de las sirenas.

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