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Malos versos

3.11.21



Afirmaba Hermann Hesse que «hacer versos malos depara mucha más felicidad que leer los más bellos». Eso es porque entre la creación y la recreación media un abismo.

 


Con el vendedor de libros

14.1.14



—No es esta una vida realizada y menos en lo personal, si me lo permite señor Hesse.
—Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede.
—Algunos ni pueden festejarlo.
—Pero si para divertirte necesitas el permiso de los demás, entonces eres verdaderamente un pobre diablo.
—O estás asustado.
—Sólo se tiene miedo cuando no se está de acuerdo con uno mismo. 
—Pero parecía sencillo intentar vivir.
—Quería tan solo intentar vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mí, ¿por qué me iba a ser tan difícil?
—¿Tan alto es el requisito?
—Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos.
—Cavilamos poco.
—La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario. 
—Y la madurez mental de la lectura.
—Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo.
—Pero eso no te garantiza acomodo alguno.
—Quien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.
—Y quien no se encuentra se exaspera.
—La desesperación es el resultado de tomarse en serio la comprensión y la justificación de la vida del hombre.
—Ese pensamiento se tiene poco en cuenta.
—Tienes razón al decir que poco importan las opiniones.
—Aunque seamos pensados por nosotros mismos,
—Solo el pensamiento vivido tiene valor.
—Y el valor de vivirlo para buscar la felicidad.
—La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz.