Cuanto más dependas de ti más autónomo de los demás serás.
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Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
3 apostillas:
Hay una película titulada "La teoría sueca del amor" (2015) en que se radiografía la sociedad sueca caracterizada por la autonomía total de la mujer respecto al marido, de los hijos respecto a los padres, de los abuelos respecto a los nietos... y el resultado es una sociedad fría y solitaria, sin apenas afectos o dependencias, en que hay muchos que mueren solitariamente autónomos sin que nadie se ocupe de su tránsito, hecho solamente por el estado. En contraposición está la sociedad africana en que todos forman parte de una interrelación social y humana, nadie está solo y forma parte de algo del que depende. Nadie es autómomo, sabe que para sobrevivir tiene que apoyarse en los demás. Cuando vi esto, me dieron ganas de llorar. Te la recomiendo.
Escalofriante, ese documental, que vi gracias a tu recomendación, Jose. Recordemos, no obstante, que en la especie hay ambas tendencias, la filantropía y la misantropía, los gregarios y los individualistas acérrimos. Es difícil, el equilibrio perfecto entre ambas tendencias. En todo caso, cada cual dispone de su vida; pero incluso el yo, supuestamente independiente, nos llena de servidumbres...
Me la llevo, Joselu.
Yo necesito sentir afecto y cercanía, no es dependencia, pero la tristeza de saberse innecesario para los que considero “mis imprescindibles” haría mella en mí, irremediable y persistentemente.
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