Afectos
11.9.16
Juan ama a Juana, apasionadamente. Dice que es su dueña. Y cada instante que pasa es para pensar en ella. Juana también quiere a Juan a su manera. Le hace mimos, caricias y cada día le pone una correa al cuello y lo saca a pasear.
Etiquetas: cuentos de verano, cuentos diminutos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 apostillas:
Esa es la parte hermosa de los amores perros!
Pues sí, no hay amores perros que se escapen de las perrerías...
Publicar un comentario