Lisonjas

12.7.14



La Fontaine decía que «todo adulador vive a expensas de quien le escucha». Por su parte Cioran mantenía que era «imposible defendernos de un adulador. No podemos darle la razón sin hacer el ridículo; tampoco increparle y enviarle a paseo. No tenemos más remedio que comportarnos con él como si dijera la verdad, dejarnos incensar a falta de saber cómo reaccionar. Él cree que consigue engañarnos, que nos domina, y saborea su triunfo sin que podamos desengañarle. Con frecuencia se trata de un futuro enemigo que se vengará un día de haberse rebajado ante nosotros, un agresor disfrazado que planea sus golpes mientras pronuncia sus hipérboles». Los cobistas son un virus que se expande en el tejido de las relaciones de la sociedad.



1 apostillas:

Juan Poz dijo...

Casi peor que los lisonjeros son quienes se vuelven esponjas al oírlos.