La huella digital

30.10.14



Recuerdo a mi abuela analfabeta firmar documentos. Presenciaba, con curiosidad infantil, aquel ritual de mojar su pulgar en un tampón de tinta y después apretarlo sobre el espacio en blanco de cualquier papel oficial que requiriera su rúbrica. Me parece tan lejano el gesto que casi lo había olvidado. Y, sin embargo, ahora que lo recuerdo, pienso qué próximos estamos de repetir aquel protocolo, ahora sin tinta, sobre un artilugio electrónico que nos identificará por la huella de nuestros dedos.



1 apostillas:

Joselu dijo...

¡Cómo me hubiera gustado fotografiar a tu abuela firmando con el pulgar humedecido en un tampón!

La ironía de que podemos terminar firmando nosotros documentos del mismo modo no deja de ser divertida. Será efectivamente nuestra huella digital.