Agosto chapoteaba feliz en las leves olas del rebalaje cuando de repente su mamá lo cogió del brazo y lo sacó, bruscamente, del agua. «No te bañas más hasta que no meriendes»
Veraneo
3.8.12
Agosto chapoteaba feliz en las leves olas del rebalaje cuando de repente su mamá lo cogió del brazo y lo sacó, bruscamente, del agua. «No te bañas más hasta que no meriendes»
Etiquetas: anticuentos verano
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1 apostillas:
Y hasta que hagas la digestión!
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