Tras cantar un villancico los niños esperaron en la puerta de la casa un gesto de generosidad. El anciano salió con una escopeta y los tiroteó. Este año habían desafinado como nunca.
Aguinaldo
24.12.11
Tras cantar un villancico los niños esperaron en la puerta de la casa un gesto de generosidad. El anciano salió con una escopeta y los tiroteó. Este año habían desafinado como nunca.
Etiquetas: ficciones navideñas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 apostillas:
Publicar un comentario