Ella me confesó que no tenía corazón.
― ¿Qué fue de él? ― pregunté.
― Se lo di a los hombres para que se lo comieran.
― ¿Por qué lo hiciste? ― insistí.
― Porque a quienes quise, me lo dejaron inservible ― respondió con suma indolencia.
Descorazonada
13.5.06
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 apostillas:
...ufff... el amor nos deja el corazón inútil, hubiese preferido perderlo en una partida de póker, pero como no sabía jugar al póker se me fue a la vez que ella
Publicar un comentario