Andaba el sabio Hu en medio del jardín, absorto y reflexivo, cuando el joven aprendiz se le acercó y le dijo:
—Maestro qué somos en los demás.
—Al sublimar el proceso de metamorfosis personal, nos proyectamos sobre el supuesto de la amistad verdadera.
—Podemos anhelar la dicha.
—Las aspiraciones del ser se contradicen: desdicha más la nostalgia siempre lo lleva por el camino.
—Hay que optar por esa vía.
—La tristeza de lo irrelevante se antepone a la hermética paciencia del alma.
—No encuentro, pues, la solución.
—La imaginación depende del ser, pero a su vez la integridad de la inteligencia lo abruma en su pesar.
—Estamos encerrados en un círculo.
—La vida: el circulo, la mente: el cuadrado, el alma: el polígono, la sabiduría: la gran cara de la vida.
—Geométrico es el subterfugio entonces de la vida.
—Al morir las penurias del descanso eterno, no habría razón para sostener una vil trampa, sino que el horizonte abierto se cerraría al invierno de lo centenario: Insubordinación.
—Qué obtener de los días.
—Mentiras aguardan a aquel que usa la mente y el alma para gobernar los hechos insulsos de la diminuta y vencida prepotencia.
—Humildad me procuro, maestro.
—La magna voluntad del decidido nutre su débil espíritu, más la inteligencia, cercana a lo lejano, disminuye la gratitud.
—Obraré en generosidad —dijo el alumno.
—Merecer la sensación de lo inútil esta fuera de cuestión, más la reacción que nos propone dicho estado nos lleva la cruel realidad: memoria.
15-M:«
Esta democracia está incompleta»
«Escoge hacer lo que quieras, pero lo que vayas a hacer, hazlo con pasión.» Ernesto Sábato, escritor