Revelaciones
18.5.25
Tras muchos años de convivencia con mi cuerpo, la Medicina me diagnostica que mi pelvis renal izquierda es bífida. Y ya ni me asusto. Lo descubrí en una visita al médico porque me dolía el costado derecho cuando iba al baño. Un dolor penetrante e intenso me hacía casi perder la consciencia aunque, afortunadamente, apenas duraba unos segundos en los que creía morir. Eso me procuró una visita al hospital para una ecografía. Allí me detectaron piedra en el riñón contrario al que sentía el dolor. Ante tanta conjura médica decidí huir del centro sanitario lo más rápidamente.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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Tengo 80 años, no me duele nada, duermo 8 horas seguidas y no tomo ninguna medicación. Mi única droga es la vida, y sobre todo, por encima de todo, no voy al médico, salvo en caso de extrema necesidad.
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