Exánimes

30.11.09



El papel del escritor es, según Jenaro Talens, «destruir las palabras, agotar su caudal». Y no será que la suerte de aquel que escribe es la de ser consumido por las propias palabras, aniquilado por el sólo hecho de la escritura.

Noctívagos

29.11.09




No dejaron de amarse durante toda la noche y cuando amaneció supieron que no existían.



Cronográfica

28.11.09



Existe un tiempo que transita dentro del tiempo en dirección contraria. Un tiempo sentimental y memorístico que registra el paso inexacto de las horas.

Inquinas literarias

27.11.09



La rivalidad en el terrero literario da para una procesión de anécdotas. Huidobro dijo de Neruda que escribía una «poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero», una «poesía especial para todas las tontas de América». Y Tolstoy afirmó que «la fama indiscutida de la que goza Shakespeare como escritor es, como todas las mentiras, una gran maldad.»

Recuerdo un rifirrafe literario entre los escritores José López Rubio y José Martín Recuerda. El primero me confesó en una entrevista que consideraba al segundo un epígono de García Lorca, a lo que éste le refutó en la siguiente entrevista que sus reseñas en los compendios literarios eran minúsculas en comparación a sus entradas y lo acusó de ser epígono de Benavente.

Nunca olvido la atribuida Valle Inclán que, tras nombrar una calle de Madrid con el nombre de José de Echegaray por el premio Nobel de Literatura otorgado en 1904, decía que cuando tenía que enviar una carta a un amigo que vivía en esa dirección, escribía en el sobre «calle del viejo idiota» y que nunca el cartero le devolvió ninguna de sus misivas, por lo que entendía que todas las cartas llegaban al destino remitido.

Una de las batallas que me llamó más poderosamente la atención, por su ingenio mordaz, fue la del odio constante más allá de la muerte que profesó Quevedo a Góngora, sentimiento que plasmó en estos versos:

«Este que en negra tumba, rodeado / de luces, yace muerto y condenado, / vendió el alma y el cuerpo por dinero / y aun muerto es garitero... / La sotana traía / por sota, más que no por clerecía; / hombre en quien la limpieza fue tan poca / (no tocando a su cepa) / que nunca, que yo sepa, se le cayó la mierda de la boca. / Este a la gerigonza quitó el nombre, / pues después que escribió cíclopemente, / la llama gerigóngora la gente... / Fuese con Satanás culto y pelado: / ¡mirad si Satanás es desdichado!»

Cierto es que, en estas guerras libradas con palabras, no hubo víctimas mortales que sepa.

Subinternet

26.11.09



Entiendo −y puedo estar muy equivocado− que vivimos en una ‘edad dorada’, una especie de encrucijada donde la velocidad de penetración de la tecnología no ha dado tiempo a que se adapte el viejo esquema empresarial a las nuevas reglas impuestas. Gracias a ese desfase gozamos de una libertad y gratuidad en especial sobre el consumo cultural e informativo y de una comunicación sin precedentes. Aunque como nada es eterno esta época terminará y los límites volverán a reajustarse. Basta leer noticias como que la UE ha dado vía libre al corte de Internet sin pasar por el juez, algo que permitirá a los estados ejercer su control sobre las descargas de contenidos y que, en un futuro más lejano, podría desembocar en el control y restricción del contenido mismo.
Igual que podría abocar en una Internet con consumidores de productos pagados según su nivel económico y una ‘subinternet’ donde abundarán muchos productos basura y por donde viajarán quienes menos poder adquisitivo tienen o quienes más huyen de las limitaciones.

Veracidad y estadística

25.11.09



¿Cuándo es una verdad más verdadera, cuando la dice uno o cuando la creen muchos?

Disputas

24.11.09



—¿Al final te has divorciado?

—No ha sido posible, tenemos un problema.

—El proceso será costoso y los abogados son caros, supongo...

—No. Se trata de saber quién se quedará los niños.

—¿Se los quiere quedar él?

—No, que va, para nada.

—¿Entonces?

—No nos podemos divorciar porque ninguno de los dos nos queremos quedar con los niños.

Precepto

23.11.09



Para Ludwig Wittgenstein «lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara.» Una aspiración con la que me levanto cada mañana y que me persigue hasta acostarme cada noche como propósito ‘irrealizado’. La claridad va más allá del mero estilo literario ya que afecta, incluso, al propio estilo de vida.

Indecisa

22.11.09




El hombre del semáforo le parpadeó varias veces consecutivas y, por una vez, ella supo que podía pasar al otro lado de su vida.



Antropología de la decepción

21.11.09



Sin voluntad no hay destino porque incluso en la asepsia de la apatía hay un resquicio de resolución del azar.

Precocidad

20.11.09



Cada vez que me cruzaba por la calle con ‘Gustavito’, recordaba la letrilla del grupo Veneno: «me junto con toda clase de delincuentes/ a veces comen en frío y otras en caliente/ roban todos los días dos coches/ uno por la mañana y otro por la noche/ me es muy familiar su ternura/ y la facilidad con que divisan la basura/ al final me buscan una ruina/ y me venden como una lata de sardinas.»

Se inició tan temprano en el mundo de la delincuencia que era un chaval de diez y pocos años cuando ya contaba con una ristra de hurtos. Su fama corrió como la pólvora por la ciudad y no faltaron personas que acudieron en su ayuda para tratar de ‘reformar’ al muchacho.

En cierta ocasión organizaron una carrera contra la droga. ‘Gustavito’ participó en la misma e incluso leyó unas palabras finales como prueba de haber enderezado el rumbo de su vertiginosa existencia. A las dos horas la policía le había detenido por un nuevo hurto. Le supongo, incorregible, después de muchos años en alguna cárcel española.


Satisfacción

19.11.09



Los blogs no cambiarán el mundo pero permiten a algunas personas complacerse en eso que les gusta.

Complacencias

18.11.09



¿El placer alimenta la mismidad?

Suculencias

17.11.09


—Lo sensual es un plato de palabras —dijo al tuntún mientras caminaba.

—Eso es la intimidad del paladar —apostilló su acompañante.

—Nos hemos perdido en la codificación de la química legal y el envasado al vacío de los alimentos —aseguró.

—Igual que en los nuevos espacios literarios.

—Nutrirnos nos diferencia de los que no están vivos —sugirió y detuvo su paso.

—También entender las palabras que masticamos.

—Será que no sabemos administrar los sentidos porque la boca es tránsito de alimentos y palabras.

—De risas y de besos por igual —y rehicieron su camino en silencio.

Gozos

16.11.09



Si como dice Michel Serres «el gusto es un beso que la boca se da por mediación del sabor de los alimentos», lo placentero es una caricia que la mente se da por interposición de la imaginación y la alegría.

Paladar

15.11.09




Degustaba un exquisito concierto de música hasta que una fusa se le clavó en la garganta y estuvo a punto de morir ahogado.



Escolio

14.11.09



El espacio intergaláctico es la esencia de la soledad.

Los ‘yonis’

13.11.09



Adentrarse en aquellos andurriales era como traspasar la frontera de la inocencia. Con cada paso dado en esos parajes crecía el riesgo y se apoderaba de mí una sensación de temor, semejante a la que veía en el cine cuando los exploradores penetraban en el territorio comanche, y se acrecentaba la inquietud por ser descubierto junto a la pandilla con la jugaba.

Los ‘yonis’ eran un grupo de chavales que rozaban la adolescencia. Todos habíamos oído hablar de su travesuras mezcladas con actos cuasi delictivos como pequeños hurtos y algunas gamberradas, relatos que se amplificaban en los cuchicheos de los niños. Habían fabricado arcos con ramas de adelfas y flechas de carrizo con puntas de lata, cinturones de cuero con flecos y una funda para un puñal, donde algunos guardaban un arma blanca, así como gomeros.

Cuando realizábamos alguna excursión a las viejas minas de zinc abandonadas desde hacía años, en nuestras mentes infantiles no dejaba de estar presente la terrible acechanza de los ‘yonis’ y un temido encontronazo con ellos. Sólo en una ocasión ocurrió tal desventura.

En las minas de atutía no topamos con los ‘yonis’. Allí fuimos hechos prisioneros porque casi nos doblaban en edad y en cuerpo, y nos condujeron a un pequeño bosque de eucaliptos. Dijeron que nos harían la carrera de la flecha, una prueba para salvarnos sacada de alguna película de indios. Lanzaban un flecha y el que la traía de vuelta se podía marchar. En una de los lanzamientos pude llegar antes que otros chicos pero tuve un dilema moral, en el grupo de los prisioneros viajaba un pequeñajo que corría menos que el resto y que no tenía oportunidad de escapar. Le di mi flecha.

Al final quedé yo sólo y los ‘yonis’. Amarraron mis manos con un alambre de espaldas a un árbol. Simularon disparar sus flechas contra mí. En esos momentos pensé que aquel juego podía terminar en alguna mala herida y entre lágrimas les dije que pararan. Mi llanto debió ablandarles o se aburrieron del juego y me dejaron marchar. Volví con mis amigos alborozado y pensé en su pequeña crueldad, entonces incomprensible para mí.

Consumos

12.11.09



El mayor consumo de tiempo que los internautas de todo el mundo invirtieron en Internet durante el mes de septiembre, unos 4.000 millones de horas, lo hicieron en Microsoft gracias a un artilugio llamado Messenger, en especial su chat, según comScore Media Metrix. Es decir que gran parte de la revolución tecnológica se invierte en la evasión de la cháchara.

Le siguió Google con un consumo 2.500 millones de horas, Yahoo! con 1.700 y Facebook con cerca de 1.400, otro de los grandes prodigios del embelesamiento humano en la era de las relaciones virtuales.


Psicopatología del dolor

11.11.09



¿El dolor duele por igual a todos?