Andantes

4.4.16



«Hoy no tuve ninguna vivencia de identidad, me limité a seguirme», refería Peter Handke. Hay veces que nuestro cuerpo arrastra de nosotros como quien tira de un niño que no quiere caminar.



Bloc de notas

3.4.16



Meticuloso, ordenado y observador, siempre llevaba un cuaderno de notas para escribir todo aquello que ocurría alrededor de su existencia. Así cuando veía una pareja de novios describía como sería su insoportable convivencia conyugal futura. Si tropezaba con un sacerdote, lo sospechaba en una imagen desnuda en un burdel. Si acaso se trataba de un ama de casa distraída frente a un escaparate de moda, la imaginaba desfilando ante los espejos de su casa. Y si era el caso de un militar enhiesto lo pensaba en ropa interior repantigado en el sofá de su casa.

Su cuaderno engordaba por días hasta que, en cierta ocasión, debió de anotar: esta es mi muerte como escritor. Y se hizo el papel en blanco. Eso sí, pautado como los surcos de la existencia.



Enemigo íntimo

2.4.16



El filósofo estoico, practicante del razonamiento gradual, Crisipo de Solos, opinaba: «no dañan los ultrajes de tus enemigos, hiere lo que de ellos alimentas en ti». A fin de cuentas crece aquello que regamos en nuestro interior y si es una mala semilla, nacerá un fruto amargo.



Devaluación

1.4.16



Decía Karl Kraus que «la vieja palabra no pertenece a nadie. Nadie puede apropiársela». En cambio las nuevas palabras están tan demacradas que nadie las asume como suyas.



Mentir verdades

31.3.16



¿La mentira es la verdad de otra mentira?



El ‘blues’ de la limpieza

30.3.16



Buenas tardes señor Baldwin y no me pise por donde acabo de fregar. Se pasa uno la vida borrando las huellas de las personas para que otras, después, quieran volver a marcar las suyas. Qué ingenuas, no saben que el tiempo a todos nos borra.
—La vida es trágica, simplemente porque la tierra gira y sale el sol inexorablemente y fija, y un día, para cada uno de nosotros, el sol pasará a la última, la última vez.
—Está bien, pero estoy cansado de limpiar lo que otros ensucian. 
—No puede cambiarse todo aquello a lo que te enfrentas, pero nada puede ser cambiado hasta que te enfrentas a ello.
—El que te pisa es porque se cree mejor que tú.
—Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.
—Pero nadie da ejemplo para mejorar el mundo a estos chicos.
—Los niños nunca han sido muy buenos para escuchar a sus mayores, pero nunca han dejado de imitarlos.
—Eso no arregla nada.
—Cualquiera que haya luchado contra la pobreza sabe lo extremadamente caro que es ser pobre.
—Además, yo sé tan poco, solo soy un simple limpiador. 
—No puede cambiar todo aquello a lo que te enfrentas, pero nada puede ser cambiado hasta que te enfrentas a ello.



Rigor

29.3.16



La puntualidad es un crujido en nuestra inexactitud.



Festina lente

28.3.16



César Augusto solía decir: «caminad despacio si queréis llegar antes a un trabajo bien hecho», inspirado en el oxímoron ‘apresúrate despacio’ (festina lente). Algo como hacer las cosas ‘sin prisa pero sin pausa’, o como solía referir, tantas veces, mi abuela, ‘vísteme despacio, que tengo prisa’.



Endemoniada

27.3.16



La frase era enigmática, escribió mientras trataba de desentrañar las palabras plasmadas. Después serpenteó en su brazo hasta envolverlo y subió por su cuello. Entró por su boca y por su nariz sin poder evitarlo. Al deslizarse por el fondo de su garganta sintió su sabor amargo y cómo le revolvía el estómago y se volvía visceral y testicular. La frase saltó y rodeó su corazón hasta diluirse en su sangre para llegar a su cerebro que la alumbró, por fin, tras ser esclarecida.



Sensitivos

26.3.16



El filósofo Anniceris reflexionaba acerca de la propiedad del sentimiento: «lo que sienta, sentido es, nadie me lo arrebata». Lo sensible es pertenencia indeleble de la existencia.




Aire

25.3.16



Escribir es respirar palabras.



Imposibles

24.3.16



¿Cuál es la pregunta que nunca nos hacemos?



Paseo por la ribera izquierda de Boston

23.3.16



—Señor Lowell, le veo muy callado esta tarde.
—Bienaventurados los que no tienen nada que decir, y que resisten la tentación de decirlo.
—Hablar nos vincula al pensamiento ajeno.
—En general, quienes no tienen nada que decir invierten el mayor tiempo posible en no decir nada.
—Nos viene de juventud el alocamiento.
—Sí la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto.
—Pero la experiencia nos curte, según usted.
—Una espina de experiencia vale más que un bosque de advertencias.
—Y la lectura ilumina nuestro viaje.
—Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra.
—Los libros que del ayer son hoy para mañana.
—¡Cuánta confianza nos inspira un libro viejo del cual el tiempo nos ha hecho ya la crítica!
—Y después está la libertad de ser nosotros mismos.
—La democracia otorga a cada uno de los hombres el derecho a ser el opresor de sí mismo.
—Y de abusar de los demás y de todo lo que encuentran a su alcance.
—Los humanos no saben lo que poseen en la Tierra. Será porque la mayoría no ha tenido ocasión de abandonarla y regresar después a ella.
—Una desgracia como otra cualquiera.
—Las desgracias más temidas son, de ordinario, las que no llegan jamás.



Impávidos

22.3.16



La resistencia de la roca no está en su dureza si no en su silencio.



Arquetipo

21.3.16



Advertía Charles Simic que «todo es un espejo si lo miras el tiempo suficiente». Indagar en el espejo es buscar en nuestra propia alma.




Hipermetropía

20.3.16



Comenzó a leer un sólido tratado titulado ‘Historias sobre la nada’. Al avanzar en su lectura comprobó asombrado cómo las palabras se borraban.



Campeón

19.3.16



Fue su primera medalla de oro y la única en toda su vida. La logró en los juegos escolares mientras participaba en el relevo de cuatro por cien metros libres después de una carrera épica.

Mi amigo partía en el tercer relevo, donde los corredores tienen peores tiempos. El caso era que sus dos compañeros anteriores se habían enfrentado a niños más veloces y cuando cogió el testigo su equipo partía en última posición.

Sabedor de que todo estaba perdido comenzó a correr sin importarle lo más mínimo que todos fueran delante. Sus largas zancadas de delgadas piernas avanzaron en el estadio sin titubear y una fuerza interior le impulsó para ir adelantando a los rivales.

Su cabeza apenas podía creer lo que sucedía pero un motor de alegría interior motivaba su carrera hasta distanciarse de todos los competidores.

Cuando entregó el testigo a su compañero el resto de relevistas no pudieron hacer nada por recortar la ventaja y tras cruzar la meta, los cuatro amigos se abrazaron jubilosos.

Mi amigo aprendió dos cosas de aquella experiencia juvenil: que se puede vencer en la adversidad y que nuestra superación conduce al triunfo de todos.

Viva la juerga

18.3.16



Para Terry Pratchett «escribir es lo más divertido que se puede hacer sin ayuda». Y es cierto. Si algo destaca en la literatura es su carácter de entretenimiento, por encima de los estudios de los eruditos, de los críticos casposos y del dichoso canon. Si no que se lo pregunten a los lectores y a los seguidores de cualquier género literario mientras devoran páginas sin compasión. 

Es por eso que más allá de dar consejos y lecciones prefiero recomendar libros, lecturas que me hicieron pasarlo bien y otras que hubiera gustado haber escrito. Cuentos o poemas que me transportaron al mar de los sentidos y de la imaginación. Y sobre todo historias que me entretuvieron. 

Ahora me pasa que, a fuerza de practicar la escritura, me he convertido no en un escritor sino en un juerguista.



Visual

17.3.16



¿Qué alcanza a ver más lejos, los ojos o el corazón?



Charla con el fontanero

16.3.16



—Cualquiera que ha sido acostumbrado a cuidar de la vida de cualquier criatura viviente tiene una posibilidad insignificante de arribar a la idea de que la vida humana es despreciable.
—No se lo niego pero yo he venido a arreglar esta tubería.
—El mayor descubrimiento de cualquier generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas modificando sus actitudes mentales.
—Es posible que el tubo esté picado y haya que cambiarlo.
—Humanitario consiste en nunca sacrificar a un ser humano con nuestro propio egoísmo.
—Mire, señor Schweitzer, yo soy muy humano y mi egoísmo es el que me hace ir cada mañana a trabajar.
—La tragedia de la vida es lo que dejamos morir dentro nuestro mientras vivimos.
—Tragedia es el problema que tengo yo hoy con esta cañería.
—Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas.
—Lo ideal sería que no tuviera usted goteras y no habría humedad en el piso de abajo.
—No sé cuál será su destino, pero hay algo que sí sé: los únicos entre ustedes que serán realmente felices son los que han buscado y encontrado el modo de servir.
—De eso se trata de que le sirva a usted con mi trabajo.
—No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo.
—Yo también lo considero mi prójimo. Ya está resuelto el problema y por esta vez no le voy a cobrar nada.
—Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.