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Adictos

28.11.20



TikTok es una aplicación para crear y compartir vídeos cortos, una especie de red social por la que están seducidos miles de niños y adolescentes, que pueden pasar horas y horas visionando vídeos grabados por otros usuarios. La voracidad por consumir imágenes es espectacular porque es como una película infinita incesante. Algunos adultos, en especial los progenitores, se escandalizan por tal conducta sin entender que ellos están igualmente enganchados al consumo rápido de imágenes, virtuales o reales, sin apenas una pausa para entender o deleitarse con lo observado, y a lo sumo decir yo lo he visto o estuve allí, sin más, aunque hubieran estado en la luna.



Modernidades

3.4.20



Ante el fragor tecnológico de estos días donde millones de mentes infantiles se adiestran en los soportes de la baquelita para vencer el reto digital, recuerdo una niñez lejana de asombro y emoción. 

En el barrio apenas sonaban las radios de válvulas, un avance de modernidad sobre las radios a galena, sin apenas amplificación y algún tocadiscos empleado en las fiestas vecinales para celebrar bautizos, primeras comuniones o guateques, porque de los aparatos de televisión solo teníamos noticias lejanas o al contemplarlos al pasear por el centro comercial de la ciudad. Nos quedábamos pegados a los escaparates atraídos por pequeñas pantallas que emitían imágenes en blanco y negro para recluirse en el hogar, ya que el cine seguía siendo el principal atractivo del entretenimiento. 

El primer televisor que llegó a la vecindad determinó el signo de las relaciones amistosas. Si ese día eras buen amigo de los niños de la vivienda que tenía tele, podías entrar a ver la sesión de tarde del sábado o del domingo. A veces hasta la emisión nocturna era permisible para los más espigados. Nunca pasé tanto miedo como en los cincuenta metros que separaban la casa de mi amigo Rafa de la mía, en una calle con solo una bombilla por iluminación y tras ver alguna noche una serie de terror. Cuando la fraternidad entre críos alcanzaba toda la vecindad en la proyección se podían juntar, en el salón del domicilio, un numeroso público infantil que nunca bajaba de la docena de espectadores. Una invasión en toda regla del domicilio convertido en sala de cine casero. 

Tras aquel primer suceso aconteció la segunda adquisición y la consiguiente mitosis de intereses amigables que repartieron las audiencias. En más de una ocasión penamos por los descampados ante las puertas cerradas de los domicilios por el agotamiento de sus moradores. 

Todo aquello no tuvo parangón con lo que ocurrió al volver del colegio concentrado en mis ensoñaciones pueriles. Algo ocurría en mi calle. Percibí en mi pausado andar que la gente me miraba sonriente y, desconcertado, no adivinaba a entender qué acontecía. Hasta que un zagal me dio la noticia: «te han traído una tele». Emocionado e incrédulo, la distancia hasta mi casa me pareció insalvable a pesar de acelerar mi caminar, mientras una turba de chavales se arremolinaba para felicitarme. Pensé entonces que mis padres habían cedido a las súplicas de mis hermanos y mías. 

Desde esa fecha, aquel aparato ofició como un miembro más de la familia las reuniones del comedor porque todo nos giramos hacia él y dejamos de mirarnos a la cara. Eso sí, aportó la audiencia de las vecinas que, portando sus asientos, participaban en las galas del sábado noche. Nadie podía imaginar entonces el rapto tecnológico de nuestros días. Ni los niños actuales lo creerían.

Accesibles

26.7.19



Gozamos de grandes avances tecnológicos que nos hacen la vida más fácil y el conocimiento más asequible, pero a través de esas herramientas nos controlan y nos observan. Vivimos una libre esclavitud.



En línea

24.7.14



La tecnología ha desdoblado la realidad cotidiana. La intermitencia con el mundo ‘online’ nos enciende y nos apaga del lugar donde estamos. El soy y estoy en presentes distantes. Desconectamos nuestra mente de estar en un aquí para estar en un allí.



Intromisión

7.2.13



Apunta Juan Freire que «existen diferentes velocidades en los desarrollos tecnológicos que deberían avanzar en paralelo. Así, hemos pasado a archivar ‘cerebros externos’ sin preocuparnos demasiado por la fiabilidad de los sistemas tecnológicos que nos dan soporte. Esto posiblemente tenga relación con la escasa preocupación que mostramos por pensar en los nuevos modos en que manejaremos esas memorias externas en el futuro.» Eso también tiene que ver porque una gran parte de sus usuarios son intrusos en ese desarrollo y por lo que muchos muestran un rechazo a pensar en esa nueva realidad.



Adhesión

13.12.12



Con el uso habitual y diario de la tecnología táctil, a veces, tengo la sensación de que se me manchan las yemas de los dedos de información. Es extraña la sensación de llevar pegadas en la punta del índice oraciones simples y subordinadas.



Prognosis

26.7.12




La serpiente de la Historia parece que, en estos momentos, se quita una vieja camisa. La transformación puede traer sino un mundo mejor, sí un mundo más mejorado y una reorientación antropológica. Apoyados en las nuevas tecnologías se cuestiona el actual orden económico y político y se hace avanzar a la humanidad hacia esa determinación.
Aterrados algunos pronostican que es difícil imaginar un futuro de lo humano por la influencia digitalista. No se trata de desligar un proceso de otro sino de llevar el humanismo hacia un nuevo límite.



Deslealtad digital

19.7.12




Las llamadas nuevas tecnologías invaden y complementan, cada vez, nuestra vida cotidiana. Dentro de no tantos años los escolares acudirán con sus tabletas a la escuela y jubilarán la pesada mochila, y periódicos y los libros serán casi en su totalidad digitales. Es un tren donde la mayoría de la sociedad viajará en el futuro.
Cuando imagino ese mundo recuerdo a mis viejos amigos, esos que difícilmente se han asomado a las redes sociales o al correo electrónico. Entonces pienso en mi 'traición' por no publicar escritos en papel para que ellos los lean. Y me cunde una desazón que no sé resolver, aunque me alivia pensar que así se libran de mí.



Tiempos bárbaros

8.12.11




La barbarie tecnológica nos ha convertido en modernos primitivos. Rodeados de artefactos que superan nuestro conocimiento sobre ellos, vivimos una especie de edad media al usarlos sin entenderlos, como si de salvajes que usan herramientas artesanales se tratara.





15-M Que nuestras conversaciones ahoguen vuestras sirenas.»

«Escribimos para cambiar el mundo (…). El mundo cambia en función de cómo lo ven las personas y si logramos alterar, aunque sólo sea un milímetro, la manera como miran la realidad, entonces podemos cambiarlo.» James Baldwin, escritor

Lluvia de información

3.3.11



A medida que la tecnología ha permitido acrecentar la cantidad y velocidad de transferir información, el tamaño estándar tiende a condensarse en pequeños fragmentos de texto que caen sobre nosotros como gotas de fina lluvia.
Lo confirman investigaciones como la efectuada por un equipo de científicos de la Universidad de Berkeley, quienes auguraron que para el año 2003, los seres humanos habrían generado 57.000 millones de gigabytes de información digital, o lo que es similar al conjunto de palabras proferidas por las personas que han poblado el planeta desde que comenzaron a hablar. Como los aumentos en generar información son exponenciales, a fecha de hoy es posible que esos números se hayan multiplicado por más de un centenar de veces.
Ante tales magnitudes sólo se puede acceder a una ínfima parte de la información dejándose mojar por esas pequeñas gotas de lluvia.