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Añada

1.1.22



«Tiene doce años metido en los trece». Intenté comprender aquello que escuché a una madre. Es decir, que doce años más un día son parte ya del décimo tercer aniversario que se completa 365 días después.

Si los romanos no contaban con el cero, anotaron a partir de uno, y así el año dos comenzó al completar el primer año, no como al contar uno desde cero que es cuando se completa la unidad. 

La discusión sobre cuando entraba el siglo XXI fue prolija y a mí casi me cuesta una amistad,

Las maneras de medir el tiempo son diferentes, desde las más precisas a las más subjetivas.

Y solo por eso, quizá, no haya un reloj más convincente que aquel que marca nuestro tiempo interior.



Días borrosos

5.2.21



El silencio toma el mando sobre el ruido y emergen sonidos inaudibles que antes no se percibían. El mayor recogimiento hace que la intimidad sea imprecisa. Los relojes biológicos marcan horas distintas para cada ser humano según la percepción del paso de los meses. La pandemia es un distorsionador del alma humana, esa que un día sentimos en concordancia con lo que nos rodeaba y con lo que nos sucedía. Ahora solo somos consecuencia de una vida difusa e indefinida respecto a lo que tuvimos.



Fastidios

6.4.20



El tiempo pesado de estos días lo mide el reloj de la incertidumbre.



Métricas

3.5.19



El tiempo de la infancia es lírico. El tiempo poético es niñez. Ninguno de los dos tiempos puede ser cronometrado por el pragmatismo de los relojes.



Pangayo

31.7.09



Hombre con un estricto sentido del cumplimiento, cada vez que pasaba un entierro por la puerta de su taller, se despojaba de su bata blanca y dejaba la tarea para acompañar al finado hasta el límite de la población donde se despedían los entierros, fuera o no conocido difunto. Hábil relojero su verdadera destreza, casi virtud, residía en poner a funcionar todo tipo de relojes, incluidos aquellos que volvían a dar la hora con menos piezas que las que componían su mecánica original.

La historia me vino a la mente el día que leí el Principio de Equivalencia y curvatura del espacio-tiempo de Minkowski que refería que «a partir de ahora el espacio por sí mismo, y el tiempo por sí mismo están condenados a desaparecer como meras sombras y sólo una cierta unión de ambos preservará una realidad independiente».

Para Pangayo fabricar relojes vacíos de mecanismo y que dieran la hora hubiera equivalido a encarcelar el tiempo curvo en una esfera de reloj.


La vida es sueño

8.4.06




Estoy dormido y en el sueño me veo acostado en mi cama. Llaman al timbre de la puerta y me despierto. Miró el reloj y son las cinco de la madrugada. Entonces me pregunto quién llamará a estas horas. Me preocupo porque pienso que puede traer malas noticias. Esa preocupación me despierta del sueño. Miro el despertador de la mesilla de noche y son las cinco de la mañana. Me digo que todo ha sido un sueño. En ese momento llaman a la puerta de mi casa.