Mostrando entradas con la etiqueta hijos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hijos. Mostrar todas las entradas

Emancipados

18.4.22



Si ves citado un aforismo tuyo sin la autoría, piensa que es como un hijo que se ha hecho mayor y, marchándose de casa, ya pertenece al mundo.




Admoniciones

21.9.21



Mi padre nos advertía con insistencia cuando éramos niños y mientras fumaba un cigarrillo: «no caigáis en el tabaco». Algo similar a esos padres que nunca han leído un libro y se empeñan en que sus hijos lean porque les han hablado de lo importante que es la lectura.



Generación Covid

5.9.20



Los covid son los hijos de la pandemia, herederos de un mundo resquebrajado, marcados por el atraso escolar y el miedo al contagio.



Paralogismo

12.8.20





La mañana era parca en presencias cuando apareció el primer cliente conocido.
—Tú me dirás qué quieres.
—Lo de siempre pero renovado.
—No me pidas cosas raras en el desayuno.
—Lo raro hoy es normal mañana.
—Qué me quieres decir —protestó ante el asiduo amigo.
—Antes los hijos se marchaban jóvenes de casa. Después se quedaron en el hogar bastante tiempo.
—¿Y?
—Y ahora vamos a ser los padres quienes nos iremos —y se echó al gaznate un largo tragó de café.




Proles

9.7.19



Preguntado Enesidemo de Cnossos sobre una definición de los hijos, el maestro pirrónico los ilustró: «Metamorfosis de un pensamiento de amor encarnado en surtidor de problemas».



Cuentos modernos

31.10.18



En esta sociedad son los padres quienes encarnan a Peter Pan, arrastrando ese complejo son quienes ahora no quieren ver a sus hijos crecer.



Eterna juventud

5.5.09





—Cada vez más pronto los niños dejan de ser niños y se incorporan a ese gran oasis de bienestar.

—Sí cada vez más tarde se emancipan. Sí cada vez son más los operados, liftingneados y barnizados. No cabe duda estamos a un paso de la eternidad.

—La culpa la tiene los padres que ha crecido con lo que llamo síndrome de los hijos de Peter Pan.

—Y eso qué es.

—Es una actitud de quien se niega a aceptar su responsabilidad. Bajo el disimulo social del yo, estos sujetos han terminado por tener hijos. Esos niños, ahora educados bajo el síndrome de sus progenitores —incapaces de entender la renuncia que supone su apuesta de procreación—, crecen en nuestra sociedad bajo la inmadurez de sus padres.



Errores inevitables

13.3.07




Al encuentro con una amiga de toda la vida surge una conversación sobre sus hijos. En mitad de la charla escucho la frase «cometer sus propios errores», que suena a reproche afectivo y maternal. Recuerdo entonces que en su época de estudiante se marchó de casa a vivir un amor del que, luego, vinieron estos hijos.
Me pregunto si la realidad no se copia de sí misma en tantas ocasiones como en la referida aquí.