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Conversaciones

22.6.16



—Señor Pániker, qué son los sentimientos.
—Los sentimientos son las emociones pasadas por el tamiz de la reflexión.
—¿Y esa reflexión nos hace comprensibles?
—Si te explicas a ti mismo te explicas a los demás.
—Pero difícilmente nos entienden.
—Nos han educado para creer en verdades absolutas en nombre de las cuales se han cometido todo tipo de crímenes, y ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir sin esos valores absolutos. Pertenecemos a una era relativista, pero tenerse en pie en una sociedad laica, relativista y pluralista es algo para lo que no nos han acostumbrado.
—¿Eso es una sociedad plural?
—Pluralismo significa asumir que vivimos en sociedades donde coexisten distintas concepciones sobre lo que es bueno y lo que es malo.
—Una sociedad global marcada por el neoliberalismo.
—La globalización no tiene que ver con el neoliberalismo, sino que debe ser un sistema mundial con control político de la economía, que pueda permitir que al bajar los subsidios a la agricultura en Europa pueda subir los seguros sociales de indonesia, por ejemplo.
—Y sin embargo hay migraciones terribles.
—No me gustan las fronteras, soy defensor de leyes abiertas, pero no comparto una política suicida de inmigración. Hay una solución que sería invertir en los países de origen, subdesarrollados.
—¿Y hacia dónde vamos?
—Vamos hacia un mundo con un menor consumismo en el que disminuirá el crédito y se ralentizará la vida. Quizá la gente no tenga más remedio que enfrentarse a las grandes cuestiones.
—Una actitud ante la vida.
—Cito a un gran maestro como es Alan Watts: la vida no es un problema a resolver sino una realidad a experimentar. Mucha gente, en lugar de preguntarse por el sentido de la vida, que es una pregunta sin sentido, intenta experimentarla: forma parte de todo vitalismo, y es sano, y ésta es hoy la actitud de la gente. Yo tampoco soy intelectualista: la pregunta por el sentido sólo aparece cuando el flujo dinámico, el apetito de vivir ha sido interrumpido.