Escuchar el pensamiento

2.12.15



—Señor Renard ¿somos seres limitados?
—Nos consolamos de nuestras incapacidades afirmando que somos capaces de todo cuando nos lo proponemos.
—Eso nos viene de la escuela.
—¿Qué es nuestra imaginación comparada con la de un niño que intenta hacer un ferrocarril con espárragos?
—¿Escribir es una forma de hablar sin que te interrumpan?
—Uno tiene que estar todo el rato demostrando su talento a gente que carece de él.
—Es usted muy modesto.
—La modestia va bien a los grandes hombres; lo difícil es no ser nada y, sin embargo, ser modesto.
—De nada sirve morir. Hay que hacerlo a tiempo. 
—Y me hace sonreír. 
—El humorista es un hombre de buen mal humor.
—También es ingenioso.
—El ingenio quizás es al talento lo que el instinto a la razón. 
—Razonadamente anda usted entre la creatividad y la inteligencia.
—El sabio generaliza; el artista individualiza. 
—También digno.
—Es más difícil ser un hombre honrado ocho días que un héroe un cuarto de hora. 
—Me llama la atención su modestia.
—Me vuelvo un poco más modesto, pero también más orgulloso de mi modestia. 
—Para eso somos libres.
—Es necesario que el hombre libre se tome a veces la libertad de ser esclavo.
—¿Siempre piensa lo mismo?
—Es una cuestión de limpieza; hay que cambiar de opinión como de camisa.
—O cambiar nosotros con nuestra forma de pensar.
—¡Qué tranquilidad! Oigo todos mis pensamientos.



1 apostillas:

Beauséant dijo...

Lo difícil es no ser nada y, sin embargo, ser modesto.

Me he encantado...

Yo cambio de opinión y de idea unas diez veces al día, me parece un ejercicio saludable lo de verse con la piel de otro ;)