Pantomimas

9.6.15



—¿Estrechamos aconteceres para sanarnos del destino, señor Publilio Siro?
—El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna.
—¿Hay quien agria su parecer cotidiano?
—Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.
—¿En quién mirarse?
—Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
—Todos juzgan.
—Pronto se arrepiente el que juzga apresuradamente.
—¿Incluso de los culpables sin condena?
—La absolución de culpable es la condena de juez.
—Esa condena se demora.
—Para nada es buena la tardanza excepto para la cólera.
—Es cuestión de costumbre.
—Soportamos los vicios conocidos y reprobamos los nuevos.
—Entre ellos hablar mal.
—La lengua maldiciente es indicio de mal corazón.
—No nos paramos a pensarlo.
—El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo.
—Un consejo.
—Ama a tus padres si son justos; si no lo son, sopórtalos.
—Una advertencia.
—Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
—Una indicación.
—El que da rápidamente da dos veces.
—Algo a tener en cuenta.
—Amar está dentro de nuestro alcance; pero no dejar de amar.



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