Cómputo

3.11.14



Los pobres se complacen en lo sucedáneo; los ricos en el despilfarro. Si existiera otra vida después de esta no sería sincera dada la imposible reconciliación entre los bandos.



1 apostillas:

Joselu dijo...

Lo que más me sorprende de las tarjetas black de los consejeros y directivos de Caja Madrid es la vulgaridad de sus aficiones y gustos. Tan grandes cerebros en lo económico y tan rastreros en lo estético: lujo, mujeres, mansiones, comidas, viajes horteras, vinos... ¿Eso es todo lo que ansían? Hay más placer en la lectura de un libro, en la visión de una película, en la escritura de un texto para un blog cualquiera, en una conversación gozosa que en todos esos excesos. Vamos, así lo veo yo. Creo que es difícil digerir el dinero. Si de golpe mi vida diera un giro y me convirtiera en millonario por obra del azar ¿me haría tan banal como ellos? ¿Querría coches de alta gama, mansiones, viajes exóticos, joyas, cenas de alto standing... ? Me alegraría no experimentarlo. Creo que soy muy feliz con lo que tengo y no ansío nada más. No sé cómo sería esa convivencia entre ricos y pobres.